Tal vez no todos sepan que la malla naranja, ese toque de color que vemos en todas las ciudades y pueblos de nuestro país, es una invención de Tenax.

Este icono, símbolo de un país que trabaja, evoluciona y construye, nació a principios de los años 80 gracias a una genial intuición de esta empresa italiana de la región de Brianza.

Como se explica detalladamente en el libro « Diseño y Diseño – Patentes y creatividad italiana » (ed. Marsilio), el proyecto surgió de la idea de fabricar una malla mediante perforaciones o aberturas regulares en una película de plástico, en lugar del entrelazado de diferentes hilos extruidos.

Inicialmente, el producto era una cinta de señalización de altura reducida; posteriormente, se empezó a fabricar en alturas superiores a un metro, permitiendo delimitar obras en construcción y señalizar trabajos en curso.

El secreto del éxito de este producto radica en la intuición de la gran ventaja de esta tecnología, que permite fabricar una malla con gran superficie de cobertura y peso reducido.

La primera malla naranja, GIGAN, que aún forma parte de la gama TENAX, es sinónimo de obra en construcción y la precursora de todas las mallas de obra.

Desde entonces, Tenax ha lanzado numerosas mallas naranjas como DRAGON, LABOR, GRIFON y AREA CANTIERE, en versiones simples (extruidas) o reforzadas mediante estirado monoorientado.

Para resolver el problema de la reconocibilidad, Tenax ha desarrollado WORKING, un innovador producto con una cinta reflectante LAVORI IN CORSO BY TENAX, que firma nuestra invención.

Fuentes:
Diseño anónimo en Italia – objetos comunes y proyecto desconocido
de Alberto Bassi, ed. Electa.

Diseño y Diseño – Patentes y creatividad italiana” ed. Marsilio

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